lunes, 31 de marzo de 2008

Boletín Internacional Informativo - PRO

Marzo 2008 
Entre la crispación y la recesión

El primer trimestre del año ha sido rico en acontecimientos marcantes. Elecciones en España, Francia, Taiwán, Rusia, las internas norteamericanas, los motines en Tibet y Kosovo, la caída-repunte del dólar, la caída-repunte del petróleo, la caída-repunte de los cereales y la soja, la caída-repunte del oro… Todos los mercados tiemblan y nadie sabe dónde está la verdadera (si la hay) reserva de valor.
No se discute más la recesión como escenario del 2008/9. Por el contrario, es la meta deseada frente al peligro de una quiebra más profunda del sistema financiero internacional.
La esperanza es que la pujanza de India y China compense la desaceleración  norteamericana y europea. Por primera vez se desea un mundo multipolar, más equilibrado y pacífico, capaz de enterrar las ojivas nucleares y producir bio-combustibles sin crisis alimentaria incorporando más a los tres mil millones de seres humanos que todavía viven al margen del sistema.
Pero la “Utopía de la Justicia Universal” es todavía campo de la teología o la ciencia ficción.
Administrar las tensiones (para que las crispaciones no se conviertan en guerras ni las recesiones en crisis) requiere un liderazgo que hoy todavía no asoma. Falta saber quién y cómo gobernará la primer superpotencia a partir de enero de 2009, si Gordon Brown (o no), Berlusconi (o Veltroni), Sarkozy (con los socialistas mordiéndole los talones), Rodríguez Zapatero (con los independentistas Vascos y Catalanes pasándole la factura) y la Sra. Merkel (con sus socios socialistas) podrán gobernar Europa rodeados de los rusos, serbios y turcos alzados, Medio Oriente en llamas y el norte de África mandándoles 500.000 ilegales por año.
Ya no existe más el ordenado mundo de la Guerra Fría ni el de la “Pax Americana”. Estamos en una transición entre algo conocido y algo por armarse pero que todavía nos es ajeno y lejano. Reinan los vacuos post-modernos* y los ególatras publicistas que adulan una “opinión pública” confundida por la falta de liderazgos. Las encuestas sirven para detectar estados de ánimo colectivos, no para fijar posiciones ni detentar valores.
En América Latina, más allá de la tregua alcanzada en la OEA, las señales de conflicto se multiplican y la toma de distancia del Presidente Lula respecto del “Mussolini Caribeño” es directamente proporcional a la caída de su popularidad en Venezuela. Falta que el “Club de los Presidentes Responsables” haga propio el hastío que supo expresar el Rey de España en Chile.
No es casual que, precisamente en este momento Brasil proponga la creación de un Organismo de Seguridad Regional.
Pongámonos nuestra mejor ropa y preparémonos para bailar en un mundo que no será precisamente una fiesta. La historia es así y la incertidumbre es el condimento que la hace apasionante. Después,  es sólo contarla.
Ah, para los predicadores de nuestro “desacople” basta con el viejo chiste: “Se vienen los comunistas, vayámonos a la estancia”.

*Los post-modernos – en lo político, no lo filosófico – no adhieren a ningún mecanismo “evolutivo” del sistema ni a una corriente “revolucionaria” de ruptura con el pasado. Pretenden sintonizar con los mensajes de descreimiento colectivo (ejemplo: “que se vayan todos”) en los momentos bisagra producidos por una crisis coyuntural o sistémica.


Diego R. Guelar
 Secretario de Relaciones Internacionales de PRO