domingo, 30 de noviembre de 2008

Boletín Internacional Informativo - PRO

Noviembre 2008
El Estado vuelve

            Desde 1917 (Revolución de Octubre) hasta 1991 (disolución del Imperio Soviético) el mundo debatió si la acumulación del Capital y su distribución se hacían primariamente desde el Estado o desde los particulares. La plusvalía – o el trabajo acumulable – podían ser “apropiados” por individuos ( aunque el Estado participara activamente ) o administrados desde “la dictadura del proletariado”( con pequeños propietarios a cargo de algunas actividades) . 
            Ambos sistemas – uno llamado Capitalista y el otro Comunista – eran efectivamente mixtos pero el ultimo era mucho mas centralizado, burocrático y totalitario ( El Estado era conducido por un partido único) . Por eso este último cayó y su versión China tuvo que cambiar y así pudo sobrevivir y expandirse.
            El mundo Occidental (América y Europa) desarrollo un intenso debate entre el papel intervencionista del Estado y la capacidad privada de operar en el mercado con regulaciones mínimas.
            La crisis del 29 mostró que el mercado per se no podía enfrentar ciclos depresivos mayores sin la activa participación del Estado invirtiendo y creando empleo.
            Los mecanismos establecidos en Breton Woods (1944) hicieron creer que las crisis universales no ocurrirían más. Estábamos equivocados.
            De los 150 trillones de activos financieros existentes a Julio del 2008, solo  6 meses después se esfumarían 75 trillones y el petróleo bajaría de 147 dólares el barril a menos de cincuenta. El déficit presupuestado por los Estados Unidos para el año 2009 se elevaría, como mínimo, de 500.000 millones a 1,5 trillones de dólares.
            En el segundo y tercer trimestre del 2008 se oficializo la recesion de América y Europa y todo indica que vamos ineludiblemente a una profunda depresión con deflacion que se propagará  por todo el planeta.
            Hasta los ultraliberales reclaman hoy los salvatajes de bancos, empresas automotrices, compañías de seguros y veremos como cada uno de los sectores afectados invocaran su actividad como estratégicamente necesaria y pasible de apoyos y estímulos.
            Es todavía difícil de imaginar como se configurara el mundo inmediato pero seguro que deberá enfrentar un verdadero “Tsunami global”.
            El debate entre Estadistas y Privatistas ha quedado, como mínimo, suspendido sine die.
            Los Estados se constituirán en principales propietarios, empleadores y reguladores en una suerte de “Socialismo Compulsivo” que harían a Milton Friedman y Frederich Von Hayek infartarse inmediatamente si por milagro resucitaran.
            ¿Estamos viendo, a solo 20 años de la muerte del Comunismo, la defunción del supuestamente victorioso Capitalismo? Ni muy muy, ni tan tan.
            Los “ciclos revolucionarios” son mecanismos de ajuste ante los excesos que el “antiguo régimen” de turno no puede morigerar por procesos evolutivos y progresivos.
            El totalitarismo de los Borbones y los Romanoff termino en la Revolución Francesa y la Rusa;  La crisis del 29, la debilidad de la República de Weimar en Alemania y la monarquía de los Saboya en Italia darían nacimiento al Nazismo y al Fascismo; la pretensión monopólica de los Imperios ingles y español respecto de sus colonias, produciría las independencias americanas.
            Al inicio del siglo XXI, La “burbuja” de un mundo donde el 10 % de la población concentraba el 60 % de la riqueza no pudo ser contenida por la mera multiplicación del consumo para un colchón de varios cientos de millones de nuevos usuarios de casas, vacaciones y autos.
            El crédito substituyo al ahorro y las colocaciones financieras al trabajo y la inversión.
            La producción de bienes quedo superada por la multiplicación especulativa y los 5 mayores bancos de inversión global desaparecieron en una semana.
            El fenómeno de las comunicaciones instantáneas democratizo la información pero también multiplicó el pánico cuando se produjo la crisis de liderazgo que hoy padecemos.
            Obama, Brown, Sarkosy, Putin, Hu Jintao y Lula, entre otros, representan la esperanza en la construcción de un mundo multipolar mas justo y equilibrado. ¿Están a la altura de las circunstancias? Lo veremos.
            En la Argentina se agota el tiempo de nuestra propia intrascendencia. Nadie se acordara ni se ocupara de nosotros si volvemos a defaultear.
            La deuda Argentina esta en manos de los jubilados argentinos y los especuladores que la están comprando al 20 % de su valor nominal. Solo nos caeremos en el pozo que nosotros mismos hemos construido. Ni los chilenos necesitan más de nuestro gas, ni los uruguayos nuestros puentes ni los brasileros nuestro mercado.
            Seguimos siendo el pueblo más importante del mundo para nosotros mismos. Es hora que nos ocupemos de salvarnos.


Diego R. Guelar
Secretario de Relaciones Internacionales de PRO