miércoles, 30 de marzo de 2011

Construyamos el Partido 41 (30-3-11)

Sanz se baja; Macri se afirma
El factor tiempo

La campaña “cristinista” está produciendo su efecto perverso: ha convencido a Tirios y troyanos que “ya ganó”: Sólo quedan Macri y Alfonsín en pie para desbaratar la maniobra.
El Senador Ernesto Sanz, que ya se había convertido en la nueva “esperanza blanca”, le daba al viejo radicalismo un “aire fresco” que hasta en su derrota, hacía crecer la significación de la única interna nacional partidaria clásica.
Él mismo la había propuesto desafiando al “candidato natural” del Partido – Ricardo Alfonsín – apelando a un electorado independiente pero perteneciente a la sub cultura radical que tiene en el país más de 120 años de historia.
El 30 de abril – fecha de la interna voluntaria y abierta- era un hito central del calendario electoral.
Prometía movilizar a 1 millón de ciudadanos que hubieran consagrado a un candidato importante que sellaría su alianza con el Partido Socialista generando una sólida propuesta de centro-izquierda “capaz de ofrecer una alternativa de gobernabilidad (más allá de sus dudosos antecedentes en 1989 y el 2001).
Nuevamente, el sino trágico se impuso. Primó la especulación tiempista. La fecha elegida por Néstor Kirchner (14 de agosto) para postergar, y así aniquilar, la organización de la oposición, es utilizada para “esperar el milagro” : la caída de las encuestas de Cristina, la organización “espontánea” de los independientes (que cada vez son usados más como excusa que como sujetos activos de la organización ciudadana) y hasta su movilización como “autoconvocados” frente a la parálisis de la oposición que sólo opina  o protesta pero no convoca ni moviliza.
Sanz ya fue. Alfonsín deberá despegarse de una pesada carga de pasado para reinventarse él, su partido y la alianza Radical-Socialista que también huele mucho a la “Alianza” que se constituyera en 1997 y se desmoronara en el 2001.
El solo transcurso del tiempo no resolverá ninguno de los grandes interrogantes que se nos plantean.
Cada día más el esquema autoritario por el cual cada inquilino del poder se auto-destituye o perpetúa por su propia dinámica interna, parece reinar a sus anchas.
Se vienen 8 domingos de internas en el “Peronismo Federal” en el cual 4 de sus 6 actores principales se han apartado críticamente – (Duhalde y Rodríguez Saa siguen en carrera, Solá, Das Neves, De Narváez y Reutemann, esperan sumándose al ejército tiempista y mágico).
El gobierno celebra anticipadamente y festeja con Hugo Chávez en el estadio de La Plata mientras sueña con un frente que incluya a Moyano, Hebe de Bonafini, Sabatella, D´Elía, Esteche – Quebracho – los intelectuales de Carta Abierta y los gobernadores e intendentes del interior. Si el autoritarismo y el ridículo avanzan, todo es posible.
Tenemos que mirar más lo que se hizo en Chile para derrotar a Pinochet – que llegó a tener 44% de apoyo en el plebiscito que convocó el mismo en 1988 y lo que hoy hace la Mesa de Unidad Democrática en Venezuela para derrotar a Chávez en el 2012.
En ese espíritu, Macri  convocó a la unidad de la oposición. Es consciente que su candidatura presidencial  es inexcusablemente irrevocable salvo que exista un acuerdo más  amplio que lo contenga. Tiene hasta el 20 de mayo para instrumentalizar su propuesta. El factor tiempo, por corto o por largo, se constituye en un personaje clave de esta tragedia.
Argentina está al borde de producir su habitual y reiterado tsunami decenal (el último en el 2001) e, igual que en las otras oportunidades, (1930-1941-1955-1966-1976-1989-2001) está a tiempo de evitarlo.
Como magistralmente plantea Jorge Asís, sólo quedan “3 samuráis” en esta contienda: Cristina Fernández de Kirchner, Ricardo Alfonsín y Mauricio Macri.  Los tres tiene las condiciones indispensables de los grandes guerreros: 1) la fuerza 2) la voluntad 3) la paciencia 4) el sentido de la oportunidad y 5) la capacidad de desarrollar estrategias y tácticas capaces de deorientar a sus ocasionales rivales.
Los 3 expresan un sistema político en crisis que requiere una profunda reformulación partiendo de los partidos, sub-culturas y tradiciones bajo las cuales nos formamos como Nación.
No es bueno que debamos refundarnos a menudo, pero ahora es el momento de nuestra sexta refundación: la primera fue en 1816, la segunda en 1880, la tercera en 1916, la cuarta en 1945, la quinta en 1983.
Si consideramos que Francia ya está en su quinta República, no tenemos necesidad de desgarrarnos tanto nuestras vestiduras.
Como los chilenos y los japoneses, seguramente saldremos adelante más allá de los destrozos que ocurran. Lo triste es que, en nuestro caso, la agresión no proviene de la naturaleza incontrolable sino de nuestras propias acciones y conductas patológicas. Sepamos curarnos.

Diego R. Guelar

lunes, 21 de marzo de 2011

Construyamos el partido 40 (21-3-11)

El fin del verano y el principio de la campaña electoral.

De lo leído por mi en el verano, dos libros se convirtieron en “una extraña pareja” que, justamente por su enorme distancia temática, se me fijaron como una contradictoria e indisoluble unidad.
De la liviandad a la profundidad, de la simplicidad a la extrema complejidad, de los valores superiores a la insustancialidad absoluta, ambas se conjugan y se atraen haciéndose necesarias y complementarias.
Como la vida, la tragedia y la comedia, lo frívolo y lo trascendente, los sueños que vuelan y las miserabilidades que se arrastran, las dos caras de la moneda solo pueden rodar juntas, si lo que queremos es llegar a destino.

Amartya Sen y “La idea de la Justicia”; Jaime Durán Barba y “El arte de Ganar”.

Amartya Sen, hindú, liberal, budista, premio nobel de economía, profesor en Harvard y Cambridge.
Jaime Durán Barba, sociólogo ecuatoriano, estudiante en Mendoza durante los 70’s y graduado en la George Washington University. Profesional de un nuevo oficio: “la  consultoría profesional de campaña”, post-moderno según su propia definición.

La idea de la Justicia
Amartya Sen parte del rescate de 2 principios de la filosofía jurídica india del siglo IV A.C.: el “niti” como “la idoneidad de las instituciones y la corrección del comportamiento” y el “nyaya” como “el resultado concreto  que se obtiene por la aplicación de las normas”.
Él asocia estos valores orientales con la deontología (el deber ser) y el consecuencialismo (el resultado) de las acciones de los hombres desarrollado en Occidente por Adam Smith, Emmanuel Kant o Karl Max (y muchos otros).
En el mayor poema épico de la antigüedad en la India – el Mahabharata – el equivalente a nuestra Odisea Griega, en la víspera de la batalla que constituye el episodio central del poema, Arjuna (nuestro Ulises) el guerrero invencible, expresa sus profundas dudas sobre el ataque que, él sabe, producirá tantas muertes. Krishna, su consejero, le dice que tiene que cumplir con su deber sin que importen las consecuencias.
He aquí el dilema de la justicia y su debate eterno. Nadie realiza una acción con consecuencias sociales sin tener una “idea de la justicia” que se impone sobre los costos que se pagan para alcanzarla.
El “anhelo de justicia” trata de conciliar el peso de la historia con el espíritu de la esperanza: al fin de todos los sacrificios, se encuentra la “felicidad” buscada.
La justicia está ligada a la “equidad” que es la vara que equilibra el principio superior de la “libertad individual” con el de la “igualdad de oportunidades” y los recursos humanos y materiales disponibles.
Sen plantea que “las libertades no pueden ser violadas con el pretexto del fomento de la riqueza o el ingreso individual  o de una mejor distribución de los recursos económicos entre los ciudadanos”.  Sen defiende la “teoría de la elección social” que los miembros de una sociedad ejercen a través de sus instituciones pero advierte… “El resultado  de una votación, en sí mismo, no revela nada, salvo que un candidato consiguió más votos que otro. De igual manera, el procedimiento para el cálculo del PBI tan sólo recoge información sobre lo que se ha vendido y comprado y a que precio, y nada más…”
Se requieren, entonces, muchos más datos institucionales y reales comparativos para poder juzgar si los estándares de justicia avanzan o retroceden. Él da como ejemplo la Constitución Norteamericana con su principio de “igualdad ante la ley” de todos los hombres  pero con la conservación de la esclavitud por otro 100 años y otros 100 para alcanzar los plenos derechos civiles (y, agrego yo, 50 años más para que un afro-americano llegara a la presidencia de los EE.UU)
La Justicia requiere no sólo la “ley de las mayorías” sino cierto principio de “unanimidad” que alcance a las minorías. Sólo así, el principio de la “elección social” consolida la valorización justiciera como un “adquirido permanente” y no circunstancial.
Por eso puede haber “dictaduras de mayoría”. Hitler o Mussolini – que, antes de caer, cometen los peores excesos y que, también, se identifican con una “idea de justicia” (el caso actual de Kadafi).
Los procesos electorales son el  “niti”, mientras que el desarrollo y la democracia son el “nyaya”.
Sen afirma los principios de “imparcialidad”, “comparación” y “discusión abierta” para los procedimientos y advierte que, las elecciones periódicas “no alcanzan” si las opciones planteadas explícitamente – tanto en su contenido material como su propuesta ideológica – no permiten formar una conciencia colectiva sobre los valores sociales que fundamentan una verdadera “elección global”.

El Arte de Ganar
Durán Barba hace un ejercicio complementario al de Sen. Omite todo sustrato valorativo sobre el “deber ser” de la política y su objetivo trascendente.
Se limita a las “técnicas de campaña”, dejando de lado todo determinante político e histórico, concentrándose en los mecanismos de  comunicación de masas teniendo al “candidato” como figura única y excluyente.
Ignora y descree por completo de la construcción partidaria como producto colectivo (como si Lula y Obama pudieran ser entendidos y explicados fuera del PT o del Partido Demócrata) y así afirma:…
“En la mayoría de los lugares las viejas estructuras más o menos formalizadas han ido desapareciendo. Hoy la clave está en las personas. Son, quizás, “nuevos caudillos” que más que convocar a grandes masas buscan encantarlas y, si es posible, manipularlas…”
“La mayoría de los votantes indecisos se interesan más en los partidos de fútbol que en los partidos políticos…”
“Para bien o para mal, todas las investigaciones coinciden en que la gente vota por la imagen de los candidatos más que por las doctrinas y propuestas…”
“La lucha ideológica es una reminiscencia del pasado…”
“Los ciudadanos son reticentes a que los representen organizaciones de cualquier tipo…”
Durán Barba coloca al “candidato” (bien asesorado por especialistas) en el centro de la escena al margen de todo condicionante histórico, institucional, programático, organizativo o ideológico. …
“Ser un buen candidato no significa ser un buen estadista. Hay líderes preparados que nunca ganarían una elección y excelentes candidatos que son pésimos mandatarios…”
“Hoy se aspira a que los líderes solucionen los problemas o, que al menos, diviertan con espectáculos imaginativos como los que protagonizaron Abdalá Bucaram en Ecuador en 1996 o De Narváez en el 2009 y otros dirigentes que supieron adueñarse de los escenarios bailando o haciendo reír a la gente…”
El consultor afirma que la “sociedad post-moderna” del siglo XXI ha barrido con 2.500 años de historia política y social generando una nueva “liviandad” administrada desde los medios de comunicación que aísla al individuo frente a la televisión y aún más, frente a su computadora donde sólo se comunica por “redes sociales” impersonales que deben ser orientadas desde los objetivos inmediatos de una campaña”.
Sobre el contenido de la “Sociedad Post-moderna”, nada especifica, salvo el éxito de “Gran Hermano” en la televisión y la aparición de Facebook y Twitter.
“El pasado era el reino del aburrimiento, el dolor y la represión sexual…”

Sen y Durán Barba viven en el mismo mundo. Ambos hacen referencias y buscan respuestas en el mismo tiempo y espacio.
A nadie se le ocurriría ganar una elección  recurriendo a la sabiduría de Sen. Tampoco a nadie se le pasaría por la cabeza convocar a Durán Barba para gobernar.
Aquí sí tenemos que recurrir a Sen  en su dimensión comparativa.
Ni Obama, ni Dilma, ni Rajoy, ni Zapatero, ni Mujica, ni Piñera tienen que fundar partido político, ni construir sus organizaciones, ni dotarlas de una ideología porque ellos mismos o sus antecesores ya han desarrollado esa tarea y tienen millones de predicadores convencidos. Sólo deben actualizarla y re-significarla a partir de los constantes cambios del mundo moderno.
En la Argentina, entre 1955 y el 2001 se fueron produciendo una serie de catástrofes políticas y económicas que destruyeron el tejido social. Repararlo es una función central de la dirigencia política; reconstruir partidos políticos es indispensable y urgente; dotarlos de una ideología y un programa comparable y equiparable a los de nuestros vecinos para concretar la integración regional plena es una prioridad impostergable.
No hay filósofo profundo ni asesor de marketing electoral que pueda sustituir el rol histórico de la dirigencia política como intérprete, conductor y sintetizador de una  etapa concreta en una sociedad determinada.

Diego R. Guelar



jueves, 17 de marzo de 2011

Construyamos el Partido 39 (17/3/11)

El “Plan siniestro del Cristinismo” y la forma de destruirlo.

En el Construyamos el Partido 38 tocamos el tema del Cristinismo como neo-gorilismo.
Esta profunda deformación ideológica y sociológica tiene su “master plan” operativo.
Trataremos de distorsionar el orden y la redacción de tal forma de proteger las fuentes que permiten armar este curioso rompecabezas disperso en “memos” confidenciales,  informes de inteligencia, declaraciones, etc.
El primer ingrediente de este maléfico plan consiste en homogeneizar la lectura de las encuestas maximizando las perspectivas ganadoras de Cristina.
Un abultado presupuesto y un original procedimiento de “clearing metodológico” facilita la construcción de “parámetros convergentes” que conducen a “curiosas coincidencias” en las mediciones que aparecen “independientes” e “inobjetables” así como elaboradas por equipos sin comunicación horizontal alguna.
La conclusión “consensuada” es que Cristina verifica una “intensión de voto” (a la fecha) de aproximadamente el 45% con un “techo” que llegaría al 55% es decir, tiene “posibilidades” de alcanzar esta última cifra, si consigue éxitos en su gestión como frenar la inflación, aumentar el empleo, generar nuevas inversiones, mejorar el acceso al crédito, etc., etc., etc. Esto hay que traducirlo a: “si mi abuela tuviera rueditas, sería una bicicleta”.
La conclusión de este operativo mediático es consolidar que Cristina es ganadora neta en primera vuelta desde “el piso” de este análisis.
El objetivo es paralizar y/o condicionar a la oposición para lograr “colaboración” de algunos de sus integrantes para garantizar el funcionamiento “discrecional” del Congreso y operar dentro de cada fuerza para boicotear las propuestas frentistas y lograr así la dispersión necesaria para alcanzar el verdadero objetivo: en primera vuelta el 40% para el “Frente para la Victoria” seguido de un segundo que no supere el 29%.
Esta “acción psicológica” no es una medida aislada. El segundo punto es facilitar el triunfo de quien entienden – equivocadamente – que es el candidato más débil de la Alianza de centro-izquierda.
No tienen ni tendrán la complicidad del “elegido”,  un dirigente honesto que está dando su batalla para lograr su candidatura basado en sus convicciones y seguido por una militancia “de tiza y carbón” que aspira a reconstruir una Argentina republicana.
Sueñan estos “estrategas del delirio” con lograr utilizar el mecanismo de las “internas abiertas” para alterar la voluntad partidaria. Ridículo intento. Lo único que lograrán será administrar recursos que irán a parar al bolsillo de algunos “vivos” que, supuestamente, “llevarán a la gente a votar”. Parece increíble que alguien pueda creer a esta altura de los acontecimientos que la gente operará como “ganado mercenario”. Sólo el pensamiento ultra-gorila puede despreciar tanto a nuestros conciudadanos. Aquellos que se vean forzados a llegar al cuarto oscuro por este procedimiento, votarán al candidato opuesto al “indicado”.
No hay que preocuparse, este absurdo plan de fraude no modificará el resultado de las elecciones internas que serán, seguramente, ejemplares y que consagrarán – sea quien sea – un fuerte y competitivo candidato para la primera y la 2da vuelta.
La tercera acción planificada consiste en” inducir” la “salida de la cancha” del candidato que mejor registra en el espectro de centro y centro derecha.
Dado que este candidato es el único representativo de estos sectores (registra una intención de voto superior al 20% a siete meses de la elección) y tiene ganada fácilmente las elecciones de su importante distrito, lo “mejor” es que repita sin llevar candidato presidencial en su boleta. El electorado de este sector sólo en un 10% es ideológicamente de derecha, mientras un 90% son pragmáticos democráticos de centro que aspiran a vivir mejor y que el país crezca razonablemente.
Ergo, un porcentaje significativo, de no tener candidato propio, podría votar “la continuidad” frente a la posibilidad que gobierne un candidato de un partido que registre antecedentes de caos económico.
Apuntalan esta “tentadora propuesta” poniendo en la cancha de la Capital Federal cuatro candidatos  sin chance individual y que, además, garantizan –juntos o separados- un fácil resultado para “el favorito del distrito”.
           Como el candidato de marras es joven, puede esperar una ocasión más promisoria teniendo en cuenta las cifras de encuestas que le alcanzan sus propias fuentes.
Van a intentar, dado lo estratégico de este apartamiento, ofrecerle una “acuerdo de gobernabilidad” para su segundo mandato de tal forma que pueda sustentar con resultados sus pretensiones para el 2015.
Por si esto fuera poco, un argumento de peso es que tendrá suficiente tiempo para organizar su joven partido en todo el país sin necesidad de asociarse con “personajes del pasado” a quienes califican como “salvavidas de plomo” (quien verifica otro 10% de intención de voto). Injusta calificación teniendo en cuenta que, gracias a él, los K llegaron al poder.
La sumatoria frentista que quiere ser destruida, es otra alternativa fuerte, especialmente para el electorado independiente.
Creen tener la complicidad de asesores de mucho peso por líneas internas y dentro del riñón duro de su mesa chica. Nuevamente se equivocan. La independencia de criterio ha caracterizado a este dirigente quien viene enfrentando un frente de hostilidad máximo durante los últimos 7 años (incluyendo un ridículo proceso judicial). Tampoco cuentan, como creen, con esa incondicional colaboración interna que falsos influyentes e intermediarios afirman haber garantizado.
Es increíble la ingenuidad de este objetivo. Hasta aquellos que sostienen las mayores dudas, son sinceros convencidos en la necesidad de derrotar al Kirchnerismo. Lo mismo ocurre con quien ya derrotara a los K en el 2009 y en la Prov. De Buenos Aires pese al artilugio de las “Candidaturas Testimoniales” del expresidente Kirchner, el Gobernador Scioli, el Jefe de Gabinete Mazza y 44 intendentes suburbanos.
“Es más fácil que pase un camello por el ojo de la cerradura, que un K entre al reino de los cielos”. Deberían ir más frecuentemente a misa o escuchar la voz de Dios en su interior y parar de pergeñar tantas maldades.
Respecto de los candidatos testimoniales, es poco lo que piensan hacer. A una la está vaciando la alianza de centro-izquierda y al otro la “izquierda” del propio oficialismo. Contribuyen suficiente con la dispersión que provocan en la primera vuelta. No hay recursos económicos ni mediáticos asignados a ellos.
A esta batería de tres medidas principales hay que agregarle las remanidas de la intimidación pública, la generación de pánico y desorden si no son reelectos y una frutilla sobre la torta: la “genial” idea de H.T. de volver a utilizar el “Braden o Perón” de 1946 lanzando una “guerra santa” nacional y popular contra el imperialismo, el FMI y las multinacionales. Así la inflación, la estafa de las cifras estadísticas, los piquetes, el “apoyo a los amigos”, la falta de democracia sindical, las milanesas y el deporte son “instrumentos de la soberanía nacional para la redistribución del ingreso y la defensa de los derechos humanos”. Hermosa consigna, si fuera consensuada por todos para construir un futuro mejor y no, reitero,  como pensamiento infantil y ultra-gorila.
La patria justa, libre y soberana será una realidad pese a los desvaríos de algunos alucinados. Y será de y para los argentinos que creemos, más allá de las banderías partidarias, en la soberanía, la justicia y la libertad como los pilares sobre los que se asienta “la grandeza de la Nación y la felicidad de su pueblo”,

Diego R. Guelar

miércoles, 9 de marzo de 2011

Construyamos el Partido-38 (09/03/11)

El lanzamiento del “Cristinismo” como neo-gorilismo de izquierda

La Argentina vivió fracturada entre Peronismo y Anti-Peronismo entre 1945 y 1990. Fuero 45 largos años de irreconciliable enfrentamiento que generó una deformación de nuestra cultura política que aún hoy persiste-como fractura, aunque en otros términos- y tiñe todos nuestros comportamientos.
Desde la Unión Democrática y la respuesta de campaña implementada por Perón – Braden o Perón – utilizando la foto de un acto de campaña donde el Embajador Spruille Braden aparecía marchando del brazo con dirigentes Conservadores, Radicales, Socialistas y Comunistas, el Peronismo pasó a ser definido ideológicamente – según la óptica desde donde se lo criticara – como “Fascista” o “filo-comunista”.
Su extraordinario éxito electoral, social y político lo transformó en objeto demonizado por la izquierda y la derecha tradicionales que fueron desplazados abruptamente  de toda influencia mientras una nueva clase política se adueñaba del poder desde una alianza empresarial – obrera – militar – clerical.
Aunque a lo largo del tiempo esta alianza se fuera modificando, sus componentes esenciales perduraron y mantuvieron vivo a un “movimiento” que desarrolló una extraordinaria capacidad de adaptarse a las inclemencias de los golpes de estado, proscripciones, persecuciones, exilios que llegaron a excomuniones religiosas y crueles campañas de exterminio físico.
Como fracasaban los intentos externos, se produjeron todo tipo  de intentos para “coparlo desde adentro”- entrismo - o desde alianzas de ocasión que trataron de conducirlo y usufructuar su inmenso capital político.
Al inicio, La derecha católica trató de copar al Peronismo desde la influencia religiosa en la educación, pero en 1954 ese proyecto estaba agotado y la Iglesia participó del golpe de 1955.
Desde la “resistencia peronista”, el delegado de Perón – John William Cooke – se acercó a la Revolución Cubana en los 60`s y comenzó el acercamiento con La Habana y  sectores del Partido Comunista Revolucionario que se habían apartado de las directivas de Moscú.
Perón echó a Cooke de la conducción del Peronismo.
Arturo Frondizi se alió con Perón desde una concepción progresista – a la que llamó “desarrollismo” – tratando de unir el tronco radical Irigoyenista con el sindicalismo nacionalista y financiamiento norteamericano del sector petrolero y automotriz. Los delicados equilibrios se le desmoronaron cuando no pudo cumplir con los compromisos de garantizar elecciones libres en 1962. Perón y las fuerzas armadas prescindieron de él.
Desde 1965, Augusto Timoteo Vandor, Secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica, lidera una propuesta que fue identificada como “Peronismo sin Perón”, pivoteando en la alianza entre un sector importante del sindicalismo, el Nacionalismo cristiano, parte de las Fuerzas Armadas y empresarios locales del sector alimenticio ligados a capitales extranjeros. La alianza se plasmó en el golpe de estado de 1966 y, tuvo tanta fuerza inicial que el propio Perón tuvo que proponer “desensillar hasta que aclare”. Vandor terminó asesinado por un grupo guerrillero peronista (las FAP).

Durante todos los 60´s se produjo una creciente alianza entre sectores peronistas con el sindicalismo de izquierda y grupos del cristianismo tercermundista que luego organizarían las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y Montoneros.
En 1969 irrumpe el “Cordobazo” y en 1970 es asesinado el Gral. Pedro Eugenio Aramburu que estaba negociando con Perón una salida para el régimen corporativo que encabezaba el Gral. J. Carlos Onganía. En 1973 es elegido por tercera vez J. Domingo Perón quien desplaza violentamente al sector de izquierda que había encabezado la resistencia y había forzado su retorno.
El “entrismo” había estado muy cerca de lograr, desde la izquierda, la conversión de un movimiento de fuerte impronta cristiana, centrista y sindical, en un movimiento revolucionario marxista. Sólo Perón, antes de morir en julio de 1974, pudo impedir este desplazamiento ideológico pero al costo de abrir un periodo de extrema violencia que sería profundizado por el régimen militar que se hizo cargo del gobierno el 24 de marzo de 1976.
El sistema político quedó afectado para siempre. La restauración democrática no estuvo liderada por una movilización civil encabezada por los partidos políticos, sino por la derrota militar del Régimen en Malvinas infringido por las tropas británicas enviadas a Malvinas por la Primera Ministra Margaret Thatcher con el apoyo logístico de los E.E.U.U..
El único político significativo que se opuso a esa guerra fue Raúl Alfonsín, quien ocuparía la presidencia en diciembre de 1983 con el apoyo del 54% de la ciudadanía.
El Presidente Alfonsín no puedo evitar la tentación de cooptar al Movimiento Peronista e intentó construir un “Tercer Movimiento Histórico” (el primero, el Irigoyenismo; el segundo, el Peronismo) aunando a alfonsinistas y peronistas en una fuerza social-demócrata y pretendiendo  hacer una reforma de la Constitución que le permitiera alcanzar un segundo mandato.
El fracaso del “Plan Austral” condenó ambos objetivos y tuvo que abandonar la presidencia 5 meses antes que finalizara su mandato en el medio de un espiral inflacionario que en 1989 alcanzó el 5.000%.
Lo sucedió Carlos Saúl Menem quien produjo un giro copernicano al asociar al Peronismo, políticamente con la UCD Liberal de Álvaro Alsogaray y económicamente con la multinacional Bunge & Born produciendo un indiscriminado proceso de apertura económica y endeudamiento externo que, si bien trajo aparejado un sostenido crecimiento de 6% anual durante una década, produjo desindustrialización y altos índice de desocupación.
El “modelo” de ese entonces consistía en incorporar a la Argentina a los flujos internacionales de inversión y crédito aprovechando el “entusiasmo capitalista” producido por la caída de la Unión Soviética
Para ese  momento, el Peronismo había recorrido todo el espectro político-ideológico de los últimos 50 años; había coqueteado con el catolicismo de derecha y de izquierda; el sindicalismo fascista y el progresista; el empresariado nacional proteccionista y las multinacionales, la intransigencia Radical, la Democracia Cristiana, el Socialismo, el marxismo, la guerrilla, el Conservadorismo y el liberalismo moderado y extremo.
Ninguna fuerza había girado tanto y tan rápido logrando convertirse en un trompo sin brújula que utilizaba al “pragmatismo” como justificación de sus espásticos y oportunistas movimientos pendulares. Su misión histórica, que la tuvo y fue extraordinariamente importante, estaba agotada.
Las consecuencias no podían dejar de hacerse sentir. Es imposible atravesar el autoritarismo, la represión genocida, la hiperinflación, el default y la sistemática destrucción institucional, sin  lesionar gravemente el tejido social y las instituciones políticas de una sociedad tan vapuleada y maltratada durante más de 5 décadas ininterrumpidas.
La crisis del 2001 es el pozo negro donde nos caímos después de semejante maltrato.
El matrimonio Kirchner atravesó desde su primera juventud este proceso. Supieron militar en la J.P setentista, se apartaron del guerrillerismo y se reconstruyeron política y económicamente en su exilio patagónico.
Desarrollaron una extraordinaria voluntad política y ejecutaron con frialdad y precisión un proyecto que sintetizaba las experiencias aprendidas durante más de 30 años de militancia en este ecléctico y surrealista movimiento que permitía ser al mismo tiempo “la Biblia y el Calefón”.
Néstor Kichner logró en el 2003 verticalizar a todos y mezclarlos en la misma bolsa. La CGT de derecha con la de izquierda, Duahlde con los piqueteros, Redrado con Verbitsky, las madres y abuelas de Plaza de Mayo con Moyano y Cristóbal López. Techint y Clarín, Reutemann, Scioli, De la Sota, Chacho Álvarez, Bordón, Timerman, el Gral. Balza, podían ocupar un lugar en una orquesta que crecía al 7% anual y podía lograr su autosucesión en el 2007 con Cristina a la cabeza como interludio para obtener 2 mandatos más para Kirchner a partir del 2011.             
 Pero la estantería comenzó a resquebrajarse en mayo del 2008. Empezando por el campo sojero siguieron luego muchos de los actores  que se habían embarcado por convicción, error o mera  especulación desde mayo del 2003.
Las arterias coronarias derrotaron a Néstor Kirchner y su esposa debió, además de continuar sola el último año de su mandato, constituirse en la albacea de su legado.
El impacto de la viudez generó un masivo efecto de apoyo que se tradujo en índices de popularidad que volvían a mostrarse tan altos como los del 2005 o el 2006.
Muchos pensaron que “la señora” giraría al centro, corregiría errores, convocaría a la oposición y así se garantizaría una sólida convocatoria que le permitiría ser reelecta en primera vuelta. La oposición estaba muy lejos de un posicionamiento sólido para candidatearse como sucesión o como alternativa.
El Radicalismo se refugió en su seguro protocolo de internas partidarias haciendo honor a su condición de “único partido nacional democrático”. Cuenta con el Partido Socialista como socio en un proyecto de “corte progresista”.
El PRO comenzó a construir su alianza con el “Peronismo disidente” para edificar una alternativa de centro-derecha.
Los “mohicanos solitarios”- Pino Solanas y Lilita Carrió – se pronunciaron por el “testimonialismo principista”.
Y la Sra. Cristina se embarcó definitivamente en eso que llaman en su círculo áurico la “profundización del modelo” que no es ni más ni menos que la destrucción  definitiva de los delicados equilibrios prácticos que su marido supo cultivar aprovechando las debilidades del sistema institucional más las apetencias personales y grupales que el oportunismo y la corrupción económica y moral multiplicaba.
Donde no funcionan las instituciones, germinan las cortes y los alcahuetes que se entusiasman con sus propios delirios, mentiras, encuestas y el barullo que siempre acompaña al poder y lo confunde si no hay valores y estructuras que lo sustenten.
Esa sociedad que había transitado el Peronismo y el antiperonismo desde 1945 a 1990; que había superado esa antinomia en la siguiente década y que había vuelto a fracturarse en kirchneristas y anti-kirchneristas, en vez de mirar al futuro aprendiendo de sus errores, vuelve a intentar revivirlos.
¿Quién en su sano juicio puede pensar que el “camporismo” que duró 45 días en 1973 puede ser la bandera reeleccionista en el 2011?
¿Es posible acorralar a quien más tracción electoral oficialista sigue produciendo – Scioli – por privilegiar una lista colectora del 5% - Sabatella?
Se puede acosar a las fuerzas de seguridad y las armadas en el medio de la mayor crisis de seguridad interior de la historia?
¿Puede compensarse con subsidios, milanesas y fútbol gratuito un espiral inflacionario y una fuga multimillonaria de capitales?
¿Puede agraviarse a nuestros principales socios internacionales mientras se ensalza a Chávez y no se condena a Kadafi?
¿Puede encarcelarse a los principales dirigentes sindicales sin un verdadero modelo de renovación sindical?
Sí se puede. Lo que no se puede es pensar que la gente va a consumir este alocado producto y puede votarlo el 23 de octubre del 2011.
Hay que tener un solo cuidado. El pensamiento “gorila” tradicional era una suerte de elitismo aristocratizante que despreciaba a los “negros peronistas” a quienes  juzgaba como capaces de vender su alma por un colchón o un pedazo de pan dulce.
Ese pensamiento ignoraba – por ignorante o reaccionario – que el Peronismo significó una fenomenal redistribución del ingreso – superior a la de los países más desarrollados: 50% para el trabajo y el otro 50% para el capital.
Una verdadera revolución en paz que estimulaba la mejor convivencia entre sectores sociales resolviendo armónicamente sus conflictos.
Sería un pecado mortal que, desde afuera del pequeño círculo prebendario que rodea a la Sra. Presidenta y que ejerce brutalmente este pensamiento gorila disfrazado de progresismo de izquierda, se reaccionara de forma funcional al proyecto de perpetuación en el poder.
Este mecanismo consistiría en creerse la mentira oficial y correrse para esperar “una mejor oportunidad” y no confrontar ahora ante la convicción que la “vaca está bien atada”.
Del gobierno no puede esperarse más que la multiplicación de la locura. Desde la oposición, es un deber responderle con racionalidad, patriotismo y fe en la lucidez del pueblo y su capacidad para juzgar qué es lo que más conviene.
Nuestra obligación es construir la alternativa que los derrote el 23 de octubre, encabezándola o acompañando al que tenga la mejor chance de concretarlo.

Diego R. Guelar

miércoles, 2 de marzo de 2011

Construyamos el Partido 37 (2/3/11)

Se lanza el Acuerdo Macri – Duhalde en Santa Fe

El 22 de febrero, con la presentación de la Lista Miguel del Sel – Osvaldo Salomón para las internas obligatorias en la Provincia de Santa Fe, se concreta la alianza entre el PRO y el sector del Peronismo Federal conducido por el ex - Presidente Eduardo Duhalde.
La Prov. de Santa Fe es el tercer distrito electoral del País constituyendo con la Prov. de Bs. As., Mendoza y Córdoba  más la Capital Federal el núcleo representativo del 80% del electorado nacional.
Tiene una tradición política que se caracteriza por dos zonas: una centralmente rural y de alta atomización urbana con cabeza en Santa Fe Capital y otra urbana e industrial centrada en Rosario.
Su historia es rica en producción de dirigentes políticos y cosechas graníferas exportadas desde sus importantes puertos.
Desde fueras del bi-partidismo tradicional, fue cuna de Lisandro de la Torre, fundador  del Partido Demócrata Progresista en 1908 y de Guillermo Estévez Boero ,  abanderado de la articulación internacional del Partido socialista y padrino de la incorporación de la UCR y el extinto Frepaso a la Internacional Social Demócrata.
Desde esa concepción, se produce “La Alianza” que gana las elecciones nacionales de octubre de 1999 y consagra como Presidente de la República a Fernando de la Rúa. Éste fue su máximo triunfo y su catastrófico error. En vez de llevar a la cabeza d ela fórmula alguien que representara la síntesis centro – izquierdista de sus tres líderes paradigmáticos – Raúl Alfonsín, Carlos “Chacho Álvarez y Guillermo Estévez Boero – se recurrió a la fórmula facilista de utilizar alguien conocido y respetado desde que fuera electo Senador por la Capital federal en 1973. Se pasó por alto que el personaje carecía de los atributos necesarios para el cargo además de no comulgar con las ideas fundamentales que alimentaban esa alianza.
Desde 2007 gobierna la Provincia el socialista Hermes Binner – discípulo de Estévez Boero – e importante aliado de Ricardo Alfonsín en la conformación de la alianza UCR – Socialista con vistas a la elección presidencial de octubre del 2011.
Según la legislación electoral santafecina, el 22 de marzo se harán elecciones internas obligatorias y abiertas.
El Peronismo presentará 4 candidatos – 2 kirchneristas, Bielsa y Rossi y 2 Reutemistas – Perotti y Mercier -. La UCR y el Socialismo otros cuatro – 2 socialistas: Bonfatti y Giustiniani y 2 radicales Barletta y Cáceres.
El PRO presenta uno sólo – Miguel del Sel -.
La elección provincial está programada para el 24 de julio y el padrón electoral es de 2,4 millones de ciudadanos (el 10% del padrón electoral nacional).
No hay segunda vuelta, es decir la primera minoría se queda con la gobernación.
Sintetizando, en un panorama atomizado y con profundas heridas dentro del Peronismo (entre kirchneristas y Reutemistas) y de la alianza (entre radicales y socialistas), cualquier cosa puede pasar, incluyendo el triunfo de la fórmula del PRO apoyada, hasta ahora, por el ex Presidente Duhalde.
Pero es posible que electorado afín con el ex - gobernador Obeid más reutemistas  enojados más radicales defraudados por el no cumplimiento del compromiso santafecino (que el Radicalismo ponía al candidato a gobernador en 2011), voten a la fórmula PRO-Duhaldismo y condenen al radical-Socialismo y al Peronsimo-kirchnerista reutemista  al 2º y al 3er lugar.
O cualquier otra cosa siguiendo el principio del trompo arbitrario y casual producto de la falta de dirigencia responsable y estable.
El panorama no puede ser peor. O mejor, si es la oportunidad para una renovación profunda de la dirigencia provincial.
¿Puede un capo cómico ser un buen gobernador? ¿Por qué no? Vimos a Palito Ortega derrotar al General Bussi en Tucumán, a Carlos Reutemann volver de su residencia y nacionalidad Monegasca para asumir la gobernación de Santa Fe, el motonauta Daniel Scioli como Diputado Nacional, Secretario de Turismo, Vicepresidente de la Nación y Gobernador de la Provincia de Buenos Aires; también a Nito Artaza como Senador Nacional y a un cómico vocacional – Luis Juez – como Intendente, Senador y candidato a Gobernador de Córdoba.
Todo es posible en la viña del señor.
Lo importante es que, si se concretó en Santa Fe, se concretará en todo el país el acuerdo PRO – Peronismo Federal que representa a un importante sector de la ciudadanía en condiciones de presentar un programa viable para la Nación toda.

Diego R. Guelar


martes, 1 de marzo de 2011

Boletín Internacional Informativo - PRO

Marzo 2011

Fukushima y Trípoli

Dos ciudades concentran la atención y la preocupación del mundo. Y no es que el planeta esté tranquilo: crisis económica en Portugal con impacto director en España y toda Europa; derrota electoral de la Canciller Merkel en Alemania; peligro de inestabilidad política en Perú frente alas próximas elecciones; primera crisis del régimen sirio en cuarenta años…
Pero son Fukushima y Trípoli el eje de la preocupación internacional.
En Japón, a 20 días del terremoto-tsunami, la planta atómica afectada sigue activa y filtrando gases tóxicos. Ya ha llegado a superar 4.000 veces el límite legal. Qué es lo que esto significa y por qué  no termina de enfriarse el reactor dañado sigue siendo materia de confusos debates.
Lo que es seguro es que el ciclo optimista de producción de energía nuclear de la última década está  terminado. Alemania desactiva aceleradamente sus plantas y el debate en Francia – el país con más incidencia de la energía nuclear – arrastra a Sarkozy quien ya estaba severamente debilitado.
El viejo carbón y el traumático petróleo seguirán reinando. El sol y el viento siguen siendo muy sanos pero muy caros. El agua seguirá siendo una alternativa segura, pero requiere ríos caudalosos en naturaleza abundante y con poca población. Otra ventaja sudamericana. Lo mismo el gas “no convencional”. Más virtudes sudamericanas.
El sufrido pueblo japonés saldrá fortalecido de su tragedia porque su naturaleza es enfrentar una geografía pobre y una geología hostil. Su reconstrucción será más impresionante que la que ya protagonizara después de la Segunda Guerra Mundial. Sumada a la locomotora China, harán de Oriente el eje del desarrollo del siglo XXI. El ciclo Europeo-Norteamericano está pasando la posta.
En Libia se están consolidando antecedentes importantes. Es el tercer caso – el primero fue Kuwait y el segundo Afganistán – donde el espanto sirvió de argamasa para el accionar del Consejo de Seguridad (y no el amor entre las grandes potencias).
Pero es el primero donde se viola abiertamente el límite de la resolución 1973 – creación de una zona de exclusión aérea para la protección de la población civil  - sin que se produzca una reacción para contenerla.
Ni la provisión de armamentos a los rebeldes ni el bombardeo de Trípoli estaba incluido en este mandato.
Todos coinciden en desprenderse de los incómodos lazos que los unieron a Kadafy y esperan un pronto desenlace incluyendo la desaparición física del líder libio que, en caso de ser enjuiciado ante el Tribunal Penal Internacional podría ventilar muchos “trapitos al sol” que incluyen suculentas comisiones y honorarios percibidos por intachables dirigentes mundiales durante los últimos 40 años.
Es justamente esta “incomodidad” la que justifica cierta “flexibilidad” en la interpretación del mandato.
Nuestra región, bendecida por la paz, se plantea como territorio fértil para consolidar su proceso de crecimiento. No somos China ni Alemania, pero la combinación de recursos naturales y humanos que siempre nos daba un lugar “potencial” entre los elegidos del mundo, hoy es una realidad tangible y presente.
Nuestras “Atuchas” están, todavía, fuera del  debate. Las energías tóxicas que producimos  no pasan por el átomo ni por los temblores de la tierra ni por la furia del mar.


Diego  R. Guelar
Secretario de Relaciones Internacionales de PRO

Boletín Internacional Informativo - PRO

Febrero 2011
LA RESOLUCION 1970

Por primera vez en la historia, La Liga Árabe y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas coincidieron por unanimidad en un tema: la condena de la represión indiscriminada de civiles por parte del gobierno encabezado (todavía) por Muamar Kadafi en Libia.
La resolución 1970 del Consejo de Seguridad decretó el embargo de armas, el congelamiento de fondos y el pedido a la Corte Internacional Penal de procesar a Kadafi (primera vez que E.E.U.U. reconoce al tribunal).
No todo es justo en el mundo, pero esto es una mejora sustancial.
El excéntrico, joven y atractivo coronel  inició su “Revolución Verde” en 1969 siendo uno de los mayores símbolos del Movimiento de No Alineados. Fue mimado por la U.R.R.S.S. durante la Guerra Fría y “perdonado” por Europa y los E.E.U.U. por su “irrechazable encanto” petrolero- 1,7 millones de barriles de producción diaria-  al inicio de este siglo.
Ni Facebook ni Twitter tienen penetración significativa en Libia (por la censura oficial) pero la historia supera al mensajero de moda y allí está, cercado en Trípoli, diciendo pavadas y matando a mucha gente con su guardia pretoriana que todavía le es fiel y los mercenarios africanos que contrata a precios exorbitantes y que terminarán traicionándolo y, seguramente, entregando su cabeza y la de sus hijos. Es sólo cuestión de días.
Los reyes han resultado más aguantadores que los Presidentes. Marruecos, Jordania, Arabia Saudita o Kuwait han demostrado que entienden más a sus pueblos que los supuestos líderes republicanos que quisieron convertirse en reyes y no supieron hacerlo.
Mahoma y Jesús son mucho más que productos mediáticos o íconos de las jerarquías de sus iglesias. Predicaron La Justicia y un Reino de Dios en la Tierra superior a los mezquinos intereses de las bandas de ladrones que siempre quisieron utilizar sus nombres  (y sus prédicas) al servicio de sus objetivos particulares.
El fanatismo, el nacionalismo, el petróleo, las multinacionales y, ahora, las redes sociales, seguirán conviviendo en un juego de nuevos equilibrios difíciles de predecir pero que serán mucho más complejos que el simplista “Occidente contra Al-queda” que nos trataron de vender en la década pasada. Este siglo marcha muy rápido y el Mundo Árabe se suma al protagonismo que ya habían alcanzado China, Brasil e India.
Israel, si quiere sobrevivir, tiene que reflexionar sobre sus pasados errores y entender mejor a los hijos de Abraham a los que tanto le cuesta reconocer. Ser los “hermanos mayores” de los cristianos y los musulmanes no es tarea fácil -después de tantos siglos de sufrimientos- pero el karma de “Pueblo Elegido” es una etiqueta que conlleva la pesada carga de comerse sapos grandes como elefantes.
La “Nueva Doctrina” del Consejo de Seguridad recaerá también sobre Israel.
Kadafi tiene todavía amigos en América Latina: Nicaragua, Cuba y Venezuela han expresado su solidaridad con el dictador libio.
Argentina todavía no se ha pronunciado ni lo ha condenado.
En nuestro caso, hay que recordar la historia. Perón lo considero un aliado y mando a López Rega  para armar una “alianza estratégica”. El Gobierno Militar recibió armas libias (eran soviéticas e inusables) como “regalo” durante la Guerra de Malvinas. Alfonsín mantuvo una relación cordial y lo mismo hizo Menem (que condenó enfáticamente el bombardeo norteamericano de 1986). Los Kirchner fueron fieles a esta tradición y Cristina visitó libia en el 2009 cuando lanzó una “relación privilegiada con el Magreb” pasando también por Túnez y Egipto. La “maldición argentina” alcanzó al norte de África. Puede ser que la onda expansiva inversa alcance estas latitudes el próximo 23 de octubre.

Diego Ramiro Guelar
Secretario de Relaciones Internacionales de PRO