martes, 28 de mayo de 2013

Orgullosamente solos



Han sido 10 años – 2003-2013 – de muy intensas relaciones exteriores para la República Argentina. Comenzamos con nuestros vecinos: le cortamos el suministro de gas a Chile y los puentes al Uruguay. A los franceses les quitamos Aguas Argentinas, el espectro eléctrico y parte de una compañía de teléfonos y otra de GAS. A los españoles, Aerolíneas Argentinas e YPF. Claro, todo esto fue en defensa del patrimonio nacional.

A nuestros 40 clientes comerciales más importantes en el mundo les pusimos trabas a sus exportaciones. Para agilizar las medidas aduaneras restrictivas, lo hacemos por “instrucciones telefónicas” del Secretario Moreno (así podemos modificarlas diariamente sin la “rigidez” de las leyes y dificultamos su cuestionamiento ante la Organización Mundial de Comercio donde, en forma inédita, nos cuestionan todos juntos).

Con estos instrumentos aspiramos a aumentar nuestras exportaciones a los mismos países a quienes les obstaculizamos las suyas.

Petrobras y Vale do Rio Doce, las dos empresas más importantes del Brasil, están yéndose de la Argentina.

La mayor inversión  China en el país – una fábrica de fertilizantes en Tierra del fuego-, está suspendida porque el gobierno le alteró el precio acordado para el gas, su principal insumo. Tampoco adelantan los recursos acordados para explorar petróleo en Vaca Muerta por la falta de seguridad jurídica.

Los EE.UU. nos han suspendido en el régimen de SGP (Sistema General de Preferencias) por el cual una serie de productos argentinos entraban con muy bajos aranceles dado que, según su interpretación, nos comportamos de “mala fe” con sus exportaciones

A los países amigos agrupados en el “Club de París” les hemos desconocido sus créditos desde el 2001 y hemos anulado los acuerdos de garantía de inversiones que habíamos firmado con ellos así como hemos ignorado los fallos del tribunal arbitral-CIADI- cuando sus sentencias no nos favorecían.

A los títulos nuevos que emitimos después del default, los ajustamos falsamente con un índice de inflación falso que dibujamos en el INDEC.

Con todas estas “inteligentes” medidas hemos logrado que 80.000 millones de dólares se fugaran de Argentina durante la última década  y que las inversiones extranjeras fueran descendiendo hasta llegar a prácticamente cero en el 2013.

Ahora dimos la puntada final: nos convertimos en el país más generoso para atraer dinero proveniente del narcotráfico y otros delitos al que no sólo no gravamos sino que, además, le pagamos intereses.

Por esta medida, encabezaremos la “lista negra” de países llamados “paraísos fiscales”.

Tensamos el conflicto con los Ingleses, nos hermanamos con Irán y Angola y somos, después de Cuba, los más estrechos socios de la Venezuela chavista.

           Aunque hubiera que renegociar y ajustar algunas negociaciones de la década anterior, muchos pensarán que no hay argumento para justificar semejante política de aislamiento. Sin embargo Antonio de Oliveira Salazar, dictador portugués, así lo hizo bajo la consigna “orgullosamente solos” y supo gobernar 48 años entre 1926 y 1974.

Para aquellos que proponen “Cristina eterna” es un modelo a seguir.

 

Diego R. Guelar

Secretario de Relaciones Internacionales de PRO

 

 

El hombre/mujer bala

             En los antiguos circos había una rutina por la cual un hombre (o una mujer) se introducían en un cañón y con su propia mano encendían el mecanismo de ignición que los lanzaba como un cohete.

Algo parecido fue lo que hicieron Néstor y Cristina Kirchner entre el 2003 y el 2013.

Paso a paso se fueron eyectando de la región, el hemisferio occidental, Europa y Asia (con algunas excepciones: Irán y Venezuela).

Con Chile, les cortamos el suministro de gas y, últimamente, el servicio de tierra a LAN.

Con Uruguay les bloqueamos casi 4 años los puentes.

Con Brasil, volvimos al sistema de “licencias no automáticas” violando los acuerdos bilaterales y los del Mercosur. Finalmente, Vale Do Rio Doce y Petrobras decidieron liquidar sus inversiones en el país.

Las arbitrarias decisiones del Secretario Moreno respecto de las importaciones provocaron la reacción norteamericana por la cual se nos excluyó del “Sistema Generalizado de Preferencias”  por el cual ingresaban con muy bajo arancel más de 100 productos argentinos al mercado norteamericano.

Esto, sumado a los gestos agresivos con el Presidente Bush en la cumbre hemisférica de Mar del Plata en el 2005 y la incautación de la valija de comunicaciones de una delegación militar en el Aeropuerto de Ezeiza, sacaron de agenda toda posibilidad de una visita presidencial norteamericana (léase las ya efectuadas y la inmediata a la región del Presidente Obama).

Los EE.UU. y otros 39 importantes clientes comerciales, por primera vez en la historia, nos plantearon una queja colectiva en la Organización Mundial de Comercio – OMC – contra el desmadre de nuestra política aduanera – Allí están todos los países de la Unión Europea, Japón, Corea, Méjico, Rusia y China (¡¡una verdadera conspiración planetaria contra Argentina!!).

Con la madre patria – España -, les expropiamos Aerolíneas Argentinas y Repsol.

Al FMI lo “combatimos” pagándole” al contado los U$10.000 millones que les debíamos con una tasa del 2% para endeudarnos al 15% por la misma cifra con Venezuela.

Ahora no podremos hacerlo a ninguna tasa ni con el “pajarito chiquitico” porque el “riesgo país” de Argentina supera los 1.200 puntos (nuestros vecinos Chile, Uruguay y Brasil tienen menos de 200 puntos).

Claro que gracias a “independizarnos” del FMI, pudimos falsificar nuestras estadísticas públicas y así engañar en forma “nacional y popular” a propios y extraños (minga con aceptar la “vergonzosa” inspección anual de la institución).

A los países amigos que nos prestaron plata – agrupados en el Club de Paris – les dejamos de pagar en el 2001 y nunca más les dimos ni la hora pese a que nos debemos encontrar con ellos en las reuniones del G-20 donde todavía han tenido la generosidad de no echarnos.

Sino fuera porque lo que aquí les cuento es estrictamente verdad, deberíamos reírnos y aplaudir a esta pareja de consagrados artistas que tan eficazmente nos han lanzado una y mil veces por la boca del cañón hacia el espacio infinito.

Pareciera que ya es hora de apagar el cañón y volver al mundo que nos espera amigable y pacientemente.

 

Diego R. Guelar

Secretario de Relaciones Internacionales de PRO

 

martes, 21 de mayo de 2013

La última oportunidad



           El Cristinismo fenece este año. Analizando la situación electoral de los grandes distritos queda claro que el oficialismo no tiene chance de superar los 30 puntos. Veamos: en Mendoza gana el Radicalismo; en Córdoba lidera el Peronismo Disidente y el Radical Aguad (probable ganador si se alía con el PRO), en Santa Fe, están cabeza a cabeza Binner y Del Sel; en Pcia de Buenos Aires, ocurre lo mismo entre Alicia Kirchner y Francisco de Narváez; en la Capital, gana PRO. En octubre se presenta la última oportunidad de derrotar al Cristinismo. Ya habrá tiempo, de allí al 2015, para ordenar las propuestas que competirán en ese momento.

Hasta ahora la oposición no ha podido instrumentar una política de alianzas exitosa.

Está claro que el sistema político se destruyó en el 2001 y que los K especularon con este hecho para armar su propuesta personalista y populista a la que llamaron “Modelo Nacional y Popular”.

Con cierta ingenuidad pero mucho de grandeza, Marcos Aguinis propuso hacer un amplio frente que abarcara desde Pino Solanas  hasta Federico Pinedo. La realidad indica que esto último es imposible.

Es absolutamente posible concretar 2 grandes frentes: uno que agrupe el FAP, una parte de los radicales e izquierdistas moderados afines y otro que exprese a  parte del Peronismo no Kirchnerista, el PRO, dirigentes radicales renovadores y otros sectores independientes de centro. Puede quedar espacio para una tercera opción (el peronismo “ortodoxo”) y aún una cuarta (la izquierda “dura” y el “principismo” testimonial) pero las dos juntas se repartirán menos del 10% del electorado. No hay que esperar una “unidad opositora” que, además de imposible, es innecesaria.

Igual que el Cristinismo, el sistema Peronista-Radical está acabado. No hay propuesta válida con eje en el Peronismo ni en el Radicalismo. El 80 % del electorado es independiente y quiere ver nacer opciones nuevas que no nos sumerjan nuevamente en el pasado.

Miremos lo que ocurre en el mundo. Con la sola excepción de los Estados Unidos – que tiene un sistema bipartidista claro – en el resto de América y Europa gobiernan y/o integran la oposición coaliciones de partidos más o menos permanentes alineados por ideologías muy generales o puntos específicos de gestión que los agrupan coyunturalmente.

Veamos algunos ejemplos:

1) Chile: la Coalición entre UDI y RN que lidera Sebastián Piñera de un lado y la Concertación del otro, integrada por la Democracia Cristiana y el Socialismo. En ambos lados hay otros partidos involucrados.

2) Uruguay: el Frente Amplio, hoy en el poder, que lidera el Partido Tupamaro está integrado por 8 partidos, entre otros, el Socialista y el Comunista. Del otro lado, mantienen su independencia los tradicionales Partido Blanco y Colorado pero listos para asociarse en una segunda vuelta

3) Brasil: el PT encabeza una coalición partidaria con 9 partidos de los cuales no menos de 5 tienen base electoral propia importante – controlan estados y municipios – y mantiene una alianza permanente con el PMDB que es el mayor partido individual del Brasil. En la oposición, se alían el PSDB (de FH Cardoso),

los Democratas y otras fuerzas locales.

Otra cosa ocurre en Perú, Ecuador y Bolivia donde las fuerzas políticas están muy atomizadas y se amalgaman detrás de fuertes liderazgos personales.

Méjico e Inglaterra son un sistema “tripartidario”. Holanda, Bélgica, Italia y Alemania tienen sistemas de coaliciones que no responden a un esquema fijo ideológico o programático. El fin de las tajantes propuestas por izquierda o derecha, capitalistas o comunistas, estatistas o liberales, nacionalistas o globales, ha dado lugar a un debate abierto con múltiples opciones que las sociedades contemporáneas están transitando y explorando. Conclusión, en las democracias modernas no hay partidos hegemónicos sino coaliciones y alternancias.

Volviendo a la Argentina, el  Kirchnerismo está viviendo su etapa final – el Cristinismo – y la más clara señal en este aspecto es que, en vez de ampliar su base social, económica y política, cada día se aísla y se rigidiza más y más.

Hay, todavía, un pensamiento “gorila” que desprecia el juicio popular y le sigue atribuyendo al oficialismo la capacidad de seguir engañando a muchos que , durante un periodo prolongado de tiempo – una década – supo mejorarles las condiciones de vida. Con otro discurso – el neoliberal - pasó lo mismo en los 90’s. El desengaño y el rechazo fue y será equivalente.

Pero lo importante es evitar la repetición por la cual al régimen militar lo derrotó Margaret Tatcher o tuvimos que ir al default y a la anarquía en las calles para terminar con la incompetencia de De la Rua.

Si en las elecciones de octubre el Cristinismo se desmorona sólo por su propio peso – como algunos mediocres dirigentes sueñan – sin que emerjan un par de propuestas con proyección al 2015, seremos nuevamente pasto del desorden y la crisis. Lo nuevo no puede salir de un repollo, pero debe marcar una clara frontera con las propuestas que ya han fracasado.

No habrá  “Unidad utópica “ pero sí debe haber “confluencia posible”.

La dirigencia política debe encontrar una fórmula para responder al reclamo de la ciudadanía. Si no lo hiciera, que Dios y la Patria nos lo demanden.

 

Diego R. Guelar

Secretario de Relaciones Internacionales de PRO