lunes, 18 de abril de 2011

Construyamos el Partido- 44 (18-4-11)

Lo que el viento se llevó:
Las internas partidarias

Se ha consagrado fácticamente el ridículo político sancionado por ley: supuestas internas obligatorias y simultáneas el 14 de agosto que no se cumplirán en ningún partido político y, por el otro lado, las dos decididas -  en el Radicalismo y el Peronismo Federal – que terminan en “papelones”.
Primero fue Ernesto Sanz, declinando su participación en la interna del 30 de abril (ver-Construyamos el Partido 28 y 34) reservándose para una supuesta participación el 14 de agosto y ahora la cancelación de la interna entre Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Sáa.
En el “Construyamos el Partido-35 del 9-2-011 decíamos: “…Si Alfonsín-Sanz y Macri-Duhalde se vislumbran como dirigentes capaces de extender al resto de la sociedad su comportamiento partidario (puja en internas abiertas con debate de ideas y acatamiento al veredicto de las urnas). La opción del oficialismo quedará relegada al tercer puesto, es decir, no participará del ballotage…”.
La situación se complica cada día más y se aleja de este panorama.
El gobierno consolida su posición hegemónica sin necesidad de tener ni ser “un partido hegemónico”. Sus principales aliados – gobernadores y sindicalistas – sólo esperan ganar las próximas elecciones para, luego, desatar una salvaje interna en la convicción que, muerto el rey e inhabilitada la reina para un tercer mandato – el “Kirchnerismo” se disolverá en su propia insustancialidad y empujado por la inflación, el aumento del gasto público, la falta de inversión y la fuga de capitales.
Claro que, como el país ha demostrado que puede salir de cualquier crisis (y que la próxima, ellos creen, caerá sobre las espaldas de Cristina), desde Moyano a Urtubey – hoy enfrentados por el episodio salteño -, sueñan con alcanzar la Jefatura del Gobierno y la letra gótica de la historia.
Mauricio Macri se enfrenta al momento decisivo de su carrera política: se queda en la ciudad o lanza finalmente su candidatura real (y no virtual) a la Presidencia de la República.
Sólo si se zambulle en esta última alternativa estará en condiciones de nuclear a la huérfana centro-derecha  para competir con la centro-izquierda de Ricardo Alfonsín y el populismo autoritario de Cristina F. de Kirchner.
Los “tres últimos Samurais” representan la última esperanza para que el sistema de “doble vuelta” cumpla la función de seleccionar a los dos que quedan en pie para polarizar esta elección.
Si sólo quedan 2 – Cristina y Ricardo – el sistema se quebrará por falta de representatividad y negras tormentas acecharán nuestro futuro…..
Mucha responsabilidad la de Mauricio. Justamente a él, el menos político y el más crítico de los partidos políticos, le toca jugar el papel de “salvador del sistema político”. Puede esquivar el bulto pero la historia suele golpear, a lo mucho, sólo una vez y a él ya le toca por segunda vez (en el 2003, Duhalde le ofreció, antes de recurrir a Néstor, la candidatura presidencial). Reutemann ya agotó sus dos oportunidades y Scioli recién está dribleando la primera (se suma a los jóvenes que esperan el 2015 como Urtubey o Massa).
Mientras Brasil consolida su posición de “potencia emergente” y Chile y Uruguay brillan como “pequeños gigantes”, nosotros seguimos especulando con los precios favorables de los commodities y la paciencia infinita de 2/3 partes de los argentinos que se conforman con sobrevivir, o ni siquiera eso.
Los tiempos se agotan. El gobierno pone primera de potencia y se lleva puesto a grandes empresas, medios de comunicación, okupas opositores y todo lo que se le cruce en el camino sin necesidad de dar un “fujimorazo” ni reprimir ni intimidar “a lo Chávez” con la sola vigilia de una parte importante del poder judicial y un mega-medio luchando por su supervivencia.
Tenemos esta semana la visita de Vargas Llosa que servirá para producir orgasmos de placer en la derecha liberal e incomodidad al gobierno. Nada que la otra semana no borre.
Pasará la ilustre visita del Premio Nobel, el Pesaj Judío y la Semana Santa cristiana y nosotros seguiremos con nuestras cavilaciones sobre cómo nos conviene adaptarnos a lo inevitable o como recuperar  la dignidad perdida animándonos a hacer lo que hacen nuestros hermanos venezolanos y movilizarnos sin esperar que las encuestas nos lo autoricen.
Argentina viene pagando un costo altísimo de la mano de los golpes del 55, 62, 66 y 76, la guerra de Malvinas, las hiperinflaciones, el default, el exilio masivo de materia gris y la fuga de capitales. Siempre nos recuperamos. Podemos hacerlo 1 y 100 veces más pero…
¿No será posible evitarlo?

Diego R. Guelar

No hay comentarios:

Publicar un comentario