jueves, 30 de junio de 2011

Boletín Internacional Informativo - PRO

Junio 2011 – PRO

Todos los caminos conducen a Grecia

La civilización  griega, “cuna de la civilización occidental”, se consolida entre el 462 y 429 A.C. con el gobierno de Pericles. Con la muerte de Alejandro Magno (323 A.C.) se termina su expansión territorial hacia el Medio Oriente y comienza su decadencia y, a partir del siglo II A.C., se convierte en un protectorado romano.
Desde el siglo VII de la era cristiana comienza la invasión árabe al Peloponeso y desde el siglo XV, el  Imperio Otomano toma control del territorio heleno.
Recién en 1830, Grecia se convirtió en un reino independiente bajo protección de Francia, Inglaterra y Rusia.
Hasta 1950, se sucedieron dictaduras republicanas y débiles monarquías con permanentes guerras civiles y ocupaciones extranjeras.
Con fuerte apoyo norteamericano, se termina derrotando  a las guerrillas comunistas y Grecia se integra a la NATO en 1951.
Desde 1967 hasta 1973 gobernó el Coronel Georgios Papadopoulos que impuso un muy represivo régimen militar y retiró a Grecia de la NATO.
Recién en 1981 Grecia Se incorpora a la Comunidad Económica Europea y comienza a recibir fuertes subsidios europeos.
Durante los últimos 50 años,  2 familias monopolizaron la vida política: los Karamanlis (conservadores) y los Papandreu (socialistas).
En el 2010, Grecia alcanza un déficit del 12% de su PBI y se desata un escándalo de enormes proporciones al descubrirse la falacia de sus presupuestos y la imposibilidad de afrontar su voluminosa deuda externa. Esta historia es muy asimilable a la del Medio Oriente e, incluso, a la de varios países latinoamericanos.
Su incorporación a la Unión Europea tiene más que  ver con definiciones geo-políticas – establecer una frontera oriental que dejó afuera a Turquía – y condiciones históricas y mitológicas, que una verdadera ponderación institucional y económica (recordemos que Europa en la mitología griega es una mujer fenicia que es secuestrada por el dios Zeus y llevada a Creta. Juntos tienen tres hijos: Minos, Radamantis y Sarpedón).
Después de una década de espectaculares índices de crecimiento, llegamos a la actual crisis que, por sus componentes de irresponsabilidad y falsedad de estadísticas y balances, se asocia mecánicamente con la Argentina del 2001.
La diferencia es que, el costo de un default tiene consecuencias imprevisibles para toda la Euro-Zona considerando que ésta no se ha repuesto plenamente de la crisis del 2008 y que los planes de ajuste de Irlanda, Inglaterra, Portugal y España están fuertemente resistidos por vastos sectores de su población.
No hay duda que la “factura griega” será pagada por la Unión Europea. El único tema en discusión es el monto que deberán aportar los acreedores-bancos-privados que deberán “voluntariamente” aceptar quitas de capital, tasas de interés mínimas y extensión de plazo para los vencimientos.
El problema es que, igual que en la crisis del 2008, sigue siendo imposible extender el poder político democrático al capital financiero que pretende seguir jugando impunemente como causante y beneficiario de las crisis que terminan recayendo sobre trabajadores, clases medias e inmigrantes.
El desafío de las democracias modernas sigue siendo el de garantizar la equidad y el desarrollo y limitar el poder del capital más concentrado y el de los especuladores.
El destino de Europa –y de la humanidad toda - depende del liderazgo político capaz de alcanzar este objetivo.

Diego R. Guelar
Secretario de Relaciones Internacionales de PRO

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