miércoles, 31 de agosto de 2011

Boletín Internacional Informativo – PRO

Agosto 2011
El último día de Ramadán

Nunca como este año el último día de Ramadán – el 30 de agosto este año -  tiene semejante significado.
Terminó de caer Trípoli, pasó el huracán Irene sin mayores daños sobre New York, subieron las bolsas en buena parte del mundo y Cristina cumple 15 días a pleno festejo.
Es un mes duro para los musulmanes: se restringe la comida, la bebida, fumar y practicar el sexo.
Es también un mes de revelaciones divinas a los súbditos terrenales.
Para aquellos que forman parte del “club musulmán” no hay duda que es un año especial y de grandes cambios. El autócrata Sirio no necesita que le vaticinen el futuro.
Pero pareciera que la universalidad divina se aplica con estrictez.
Los mundos cristiano, judío, budista y taoísta crujen al unísono demostrando que Dios es uno y atiende en todas partes. Hasta los más agnósticos deberán reconocer que hay señales inequívocas y concordantes de un efluvio planetario superior a cualquier intento de explicación racional.
El propio Presidente Obama atribuyó los problemas de su administración a una “ciclo de mala suerte” que afecta particularmente a los Estados Unidos de Norteamérica. Duhalde y Alfonsín (o Piñera) podrían explicarle que él no es la única víctima de la epidemia. Pero en la viña del señor hay también bienaventurados que festejan y disfrutan de las mieles del éxito y la buenafortuna.
El mundo global nos atosiga de eventos que, en su multitudinaria existencia hacen muy difícil el producir balances ponderados y equilibrados.
Ya ha pasado el 70% del año y falta mucho por ver.
El mes que viene comienza el año judío nº 5778 y se cumplen 10 años del horrible atentado de las torres gemelas.
La primera década del siglo alumbra un período vertiginoso de cambios. Desde la genética a la electrónica, del sistema de representación política a las Iglesias, todo está severamente cuestionado y no existen instituciones ni liderazgos que nos indique el camino a seguir.
Faltan ideas, generadores y ejecutores del cambio. Ya aparecerán. La historia es fecunda en idas y venidas y los profetas de “lo líquido” se ahogarán en su propia vacuidad.
“Lo sólido” volverá a reinar, como siempre. La particularidad de la condición humana es superar el hecho físico de ser 90% de agua y construir las grandes catedrales del conocimiento y la creatividad.

Diego R. Guelar
Secretario de Relaciones Internacionales de PRO

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