lunes, 26 de abril de 2010

Puede haber una política de Estado - 1
(Pese a los desencuentros internos)

            La política exterior argentina ha estado, durante los últimos seis años, especialmente condicionada por la política doméstica.
            En general es así, hasta en los países con más estabilidad y continuidad de sus políticas públicas.
            Sin embargo, es posible agrupar una serie de temas de extraordinaria importancia estratégica que, más allá del énfasis operativo y la asignación actual de recursos humanos y materiales comprometidos por la actual administración, tienen denominadores comunes que le permitirían gozar de un consenso explícito por parte de la inmensa mayoría del espectro político nacional.
            Así como es vital articular la oposición para lograr limitar el exceso de atribuciones ejercidas hasta ahora por el Poder Ejecutivo, es necesario también transmitir a propios y ajenos que no estamos fracturados en bandos irreconciliables – situación que sólo se dirime por una desgarradora guerra civil – sino que estamos en condiciones de funcionar como una Nación pese a nuestros disensos internos.
            Así lo hacen naciones que tienen problemáticas internas más graves que las nuestras – Colombia o Sudáfrica – y que, sin embargo, operan en el escenario internacional con extraordinaria solvencia.

Para muestra basta un botón

            No es difícil encontrar una decena de temas en los cuales las expresiones públicas y los antecedentes político-partidarios demuestran la viabilidad de la hipótesis expuesta.
            A saber:

1)      Islas Malvinas y políticas económicas expansivas en el Atlántico Sur – incluyendo la plataforma continental y aguas internacionales en lo que respecta a la explotación ictícola, petrolífera, gasífera y minera así como de investigación científica y de conservación de recursos naturales

  2) Políticas de no proliferación nuclear, transporte de desechos y eliminación de armas de destrucción masiva. Argentina firmó el Tratado de No Proliferación (TNP) en 1995.

  3) Incremento de la utilización para fines pacíficos (medicina o energía)  de la tecnología nuclear – Atucha III o la producción del Instituto Balseiro (creado en 1955) sirven como ejemplo práctico de este punto.

  4) La Integración Sudamericana en sus dos capítulos: Mercosur y Unasur. Deberíamos propiciar una tercera Conferencia Intergubernamental (la primera fue en Asunción en 1991  y la segunda en Ouro Preto en 1994, hace 16 años) para revisar y profundizar la Unión aduanera Imperfecta de la que disponemos pero que necesita actualizarse y completarse.
En este mismo capítulo debe incluirse la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.

5)      Desarrollar la “Asociación Estratégica” firmada con la República Popular China en el 2004 entre el Presidente Néstor Kirchner y  el Premier chino Hu Jintao

6)      Impulsar los acuerdos implementados entre la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales-nacida en 1961-) y la NASA (USA) en materia espacial (estamos por lanzar el cuarto satélite argentino desde Cabo Cañaveral). Debemos fomentar la extensión y continuación de estos programas que incluyen a otros importantes socios de la Argentina.


7)      Respaldo a la concreción de una zona de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (próxima ronda negociadora en Madrid del 16 al 18 de mayo del 2010)
      El memorándum de entendimiento para alcanzar dicho objetivo fue suscripto    en Madrid el 15 de diciembre de 1995 por todos los jefes de estado de los países miembros del Mercosur y la Unión Europea (durante presidencia “pro tempore” argentina)

8)      Fortalecimiento de la ABACC (La Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares) y de la “Zona de Paz” garantizada por el compromiso de Brasil y Argentina de no producir armamentos nucleares. La apertura y control recíproco de nuestras instalaciones nucleares fue acordado por los presidentes Alfonsín y Sarney en 1985.

9)      El apoyo a nuestra presencia en el G20 que se está constituyendo en una suerte de “Comité ejecutivo planetario”. Nuestra membrecía en este grupo está directamente ligada a los aportes realizados por nuestro país durante los últimos 27 años (fuimos incluidos en el año 1998, durante la presidencia del Dr. Carlos Menem).


10)  La participación de las fuerzas armadas, de seguridad y cascos blancos argentinos en Haití, Chipre y más de 20 destinos en los cinco continentes durante los últimos 20 años. Nuestros contingentes han representado a nuestro país en una forma ampliamente reconocida y destacada por los países anfitriones y por la ONU.


            Más allá de poder identificarse otras áreas de consenso, sólo las expuestas alcanzan para demostrar la continuidad sustancial de la política exterior argentina desde el 10 de diciembre de 1983.
            Con marchas y contramarchas, la Nación Argentina ha cumplido – y seguirá cumpliendo – un responsable papel en la comunidad de naciones.
            Nadie tiene el derecho de atribuirse el monopolio de los aciertos en esta materia.

            Todos tenemos la responsabilidad de reconocer y corregir los errores.


Diego R Guelar
Secretario de Relaciones Internacionales de PRO

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