martes, 26 de julio de 2011

Construyendo los Partidos 53 (26 - 7 - 2011)

Santa Fe marca el camino

El pasado domingo 24 podríamos, en la lógica de esta saga, afirmar que en Santa Fe se concretó lo que se frustró a nivel nacional: compitió una “alianza progresista” con otra PRO-Duhalde que relegó al kirchnerismo al 3er lugar.
Aunque para nuestra tesis esta sería una conclusión ideal, no es toda la verdad.
Santa Fe es la única provincia que concretó una reforma política seria. Primero, realizó internas obligatorias que fueron “efectivas internas” donde 4 pre candidatos compitieron por dentro del Justicialismo y otros  4 por la alianza Socialista-Demócrata – Progresista Radical. Ya para la fecha de esas internas -22 de mayo -, Miguel del Sel – candidato único del PRO – demostró que tenía un lugar asegurado en el firmamento político santafecino.
Luego, Santa Fe  incluyó “la boleta única” donde el elector marca a los candidatos que elije y así puede alternar su partido de preferencia con candidatos que concitan su interés como legisladores o intendentes.
El nuevo sistema le permitió al electorado complejizar su voto.
La candidata a Diputada Provincial por el Kirchnerismo – Ma. Eugenia Bielsa – sacó casi tantos votos como el candidato a gobernador socialista Antonio Bonfatti y 12% más que su candidato a gobernador Agustín Rossi;             
Norberto Nicotra, candidato a legislador por Unión-PRO Federal – sacó sólo el 14% frente al 35,4 % de Miguel del Sel.
Raúl Lamberto, candidato a Legislador por el Frente Progresista obtuvo 32%, un 6% menos que Bonfatti y tanto la cámara de diputados como la de senadores provinciales estará controlada por el kirchnerismo.
Es decir, un grupo muy importante de santafecinos eligió al gobernador de un partido, al intendente de otro y a legisladores de un tercero.
Este electorado está dando señales inequívocas de cambio: quiere nuevos dirigentes que no responden al viejo estereotipo de Radicales y Peronistas; es permeable a figuras populares – pero no a cualquiera – el caso de Miguel del Sel es claro: un santafecino honesto, muy querido y trabajador – tanto como artista como productor agropecuario – que demostró su voluntad de comprometerse y se lanzó a la arena política sin especulaciones ni limitaciones.
Ese “vago apolítico”, según sus propios dichos, se convirtió rápidamente en un político de raza. Todo ciudadano lo es en potencia y puede desarrollar esa veta si se lo propone.
Festejaron a medias Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde. De esta lectura desagregada no surge con claridad cuanto les tocará cuando llegue el turno nacional.
Binner debe esperar a Córdoba para ver como termina su único socio nacional de peso – Luis Juez – y todo indica, que cuanto mejor le vaya a él, peor le irá a Alfonsín.
Duhalde contará con el respaldo de Del Sel – si confirma lo que ya anunciara – pero el 34% de Bielsa - Kirchnerista – y el 14% de Nicotra – Duhaldista – para legisladores muestra que un mismo elector puede votar a Binner o a Cristina o a Alfonsín o a Duhalde, y a Macri y a Cristina y a Macri  y a Duhalde y  a Macri y  a Alfonsín.
¿Es el electorado el confuso? No, son los dirigentes. El “Frente Progresista” de Santa Fe no tiene correlato nacional, Radicales y socialistas se presentan por separado ;
 María Eugenia Bielsa o Daniel Scioli – grandes traccionadores de votos para Cristina – tienen perfiles personales e ideológicos muy distantes al kirchnerismo.
O los gobernadores de Tucumán y Misiones – Closs y Alperovich- que migraron del republicanismo radical al populismo kirchnerista en un quinquenio.
Los futuros votos de De la Sota y el justicialismo cordobés podrán ser –o no- de Cristina en Agosto y Octubre.
La confusión se resuelve por mayor confusión o porque asome la claridad.
Los periodos bisagra adolecen de este problema.
En Perú,  Ollanta Humala sacó 23% en la primera vuelta; un mes después, obtuvo 52% en la segunda vuelta ; en los primeros 30 días  de su elección subió a 70%  de popularidad y al momento de asumir, 30 días después, bajó al 40% de respaldo. Sin partidos, Perú es una democracia inestable.
En más o en menos, a los individuos le ocurre siempre lo mismo: son la desnuda suma de sus virtudes y defectos, cargan con las fantasías que les depositan sus ocasionales electores y, en la primera de cambio, se desmoronan igual que como fueron encumbrados.
Si los socialistas y los radicales pudieran reproducir nacionalmente el fenómeno santafecino, tendríamos un colectivo creíble por varias décadas. Si PRO consigue hacer de su incipiente éxito una propuesta nacional duradera, tendremos una alternativa de centro-derecha.
Para eso hay que construir nuevas coaliciones que integren millones de argentinos independientes así como a partidos y agrupaciones provinciales hoy dispersas en el territorio.
El 80% del electorado está esperando propuestas inteligentes y perdurables. Así podremos dejar en el pasado tanto al péndulo como a la perinola y constituiremos el sistema político que tanta falta nos hace.

Diego R. Guelar

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