domingo, 31 de julio de 2011

Boletín Internacional Informativo PRO

Julio 2011 
El default americano no ocurrirá –por ahora –

Si en medio de la crisis del 2008 hubiéramos hecho una encuesta, ni los más pesimistas hubieran vaticinado un default norteamericano. Tampoco hubieran dudado de la fortaleza del Euro.
Si hubiéramos preguntado a los norteamericanos cual era su deuda, el 99% no la conocía ni creía que fuera un dato relevante. Una fortaleza fundamental que adquiere cualquier individuo, familia, país o región es que se tome por sobrentendido que su credibilidad supera las circunstancias adversas y que la capacidad de afrontar las crisis está por encima de cualquier acontecimiento por malo o negativo que fuera.
No sólo los norteamericanos, sino cualquier habitante con información superficial sabe hoy que los EE.UU deben 14 trillones (no billones como incorrectamente se traduce) de dólares y se endeuda a una velocidad de U$S180 millones ¡¡por HORA!!
Quién sabía, hasta hace 60 días; - con la excepción  de una docena de banqueros – que la deuda griega ascendía a 370 mil millones de Euros – 4 veces el default argentino del 2001 -. Si le sumamos la deuda irlandesa, portuguesa, española e italiana, no alcanza con todo los recursos alemanes, franceses e ingleses para pagarla.
Fueron ellos, precisamente, los que “inventaron” una “Nueva Europa Comunitaria”- Francia y Alemania – para evitar guerras fratricidas y los ingleses  los que se opusieron tenazmente cansados de tener que “sacar las castañas del fuego”  siempre por sus “vecinos” (para los ingleses Europa es el continente que empieza cuando cruzan el Canal de la Mancha).
Pero igual que no hubo dinosaurios buenos y dinosaurios malos a la hora de su holocausto geológico, este tsunami  no respeta fronteras políticas, ideológicas, económicas ni lingüísticas.
El mundo global nos viene enseñando que, para bien y para mal, desde los terremotos hasta las hipotecas, un estornudo en un rincón del mundo puede provocar una pulmonía en la otra punta.
Con esa tendencia natural nuestra de producir desastres y después pretender enseñarle al mundo cómo evitarlos, los argentinos creemos hoy que estamos blindados y protegidos por la muralla china y la locomotora brasilera.
Esperemos que los chinos y los brasileros no se lo crean porque sino estaremos en graves problemas.  Tendremos que acostumbrarnos a un mundo convulsionado, sin super-potencias que lo ordenen y con la necesidad- para sobrevivir – de fortalecer la regionalización que comenzó en los 50’s y fructificó en el sudeste Asiático, Norteamérica, Europa y Sudamérica.
Aunque no sea una panacea mágica, la regionalización ha demostrado que aumenta la capacidad de defenderse y replegarse conteniendo el pánico y el desorden financiero.
Partiendo de la descalificación de los que eran los más calificados, la credibilidad se reconstruirá desde una  nueva capacidad de conducir cuyo mejor ejemplo son los emergentes BRICS que hoy se constituyen en actores centrales del ordenamiento planetario.
Los Demócratas y los Republicanos acordarán cómo ganar tiempo, aumentar algunos impuestos y reducir algunos gastos.
Ambos se proclamarán ganadores de la pulseada, pero esto no es cierto. “La caja de Pandora” se ha abierto. No habrá forma de ocultar la basura bajo la alfombra ni encargarle a los publicistas una imagen ganadora a un Twitter ingenioso.
El mundo estará, una vez más, en condiciones de reinventarse a sí mismo. Por suerte, hoy tenemos una masa crítica de líderes y de partícipes que podrán aportar a la solución común sin tener que recurrir a los autoritarismos que caracterizaron al siglo XX.

Diego R. Guelar
Secretario de Relaciones Internacionales de PRO



No hay comentarios:

Publicar un comentario