domingo, 31 de octubre de 2010

Boletín Internacional Informativo - PRO

Octubre 2010
Y la nave va…

Algunas con nuevo timonel – Dilma Rousseff -, otras sin timonel – Néstor Kirchner, los hay con capitanes desgastados – Rodríguez Zapatero, Sarkozy, Merkel, Berlusconi, con almirantes al borde de enfrentar tormentas electorales – Obama – y con expertos y serenos lobos de mar - Hu Jintao, Singh o Mujica – sin nubes a la vista.
Pero la gran nave planetaria va surcándo la travesía del año del tigre (según el calendario chino), a 60 días de llegar a su meta, con logros notables. Los conflictos existentes – los conocidos: medio oriente, Afganistán, Iraq, Irán y Corea del Norte – no están resueltos, pero no han empeorado. La crisis del 2008 – casi superada, con buenas perspectivas para el 2011, Los precios de los commodities claves, petróleo, minerales y alimentos – con precios recuperados.
Y la llamada “guerra de las monedas”. Sin que llegue la sangre al río. La relación dólar – euro se ha estabilizado (alrededor de 1,30) y el renminbi (o yuan) se irá apreciando muy lentamente. El real, seguramente se irá devaluando también muy lentamente.
Nadie quiere producir movimientos bruscos que alteren los precarios equilibrios.
Ha triunfado el “Pensamiento cuasi único”. Todos se pronunciaron por la moderación y el gradualismo. Nadie es comunista ni capitalista ortodoxo y, salvo en argentina, el FMI rige las conductas globales. Hasta en USA, el resultado de las elecciones del próximo 4 de noviembre, forzará el giro hacia el incremento  del ahorro.
¿Es esto bueno?
Lo veremos.
El G-20 – a días de un nuevo encuentro en Corea del Sur – tendrá que mostrar su capacidad de conducir este diletante siglo XXI que está buscando como resolver los conflictos evitando las grandes guerras que caracterizaron el siglo pasado.
Contamos con instrumentos imperfectos pero que han demostrado su capacidad de ir mejorando: las Naciones Unidas, la Organización Mundial de Comercio, las organizaciones regionales (NAFTA, la UE, MERCOSUR), los BRICS (Brasil, China, Rusia e India) y el mismísimo y tan vilipendiado FMI.
Por otro lado, nuevos mecanismos de interacción electrónica están modificando la construcción política e ideológica exigiendo la elaboración de nuevos “relatos” por derecha e izquierda cuya originalidad es que buscan más la convergencia que el conflicto.
¿Es que, quizás, estemos construyendo un mundo de paz y progreso que pueda superar las guerras y la pobreza?
Si es un sueño, vale la pena vivirlo y todavía aún más intentar concretarlo.
En América del Sur, hemos alcanzado una “zona de paz”. No es poca cosa.
No quedan focos de conflicto. Ni Chávez, que solía generar algunos picos amenazantes, hoy los ha amortiguado y logrado una perspectiva de normalización con Colombia. Bolivia está mejorando su relación con Perú y Chile (su salida al mar) y los puentes entre Argentina y Uruguay están reabiertos.
El tema más sensible – el manejo de la energía nuclear por parte de Argentina y Brasil – está absolutamente controlado. Ambos países – con una agencia de control común, la ABACC – han reafirmado su derecho de producir uranio enriquecido para fines pacíficos. Nadie puede dudar de la sinceridad de tales afirmaciones.
El Atlántico Sur tiene un actor regional principalísimo – Brasil – y nosotros deberemos reafirmar nuestra presencia con una agresiva política inversora (nacional y extranjera) en prospección petrolera y gasífera así como en explotación y preservación de nuestra riqueza ictícola.
La muerte de Néstor Kirchner no es un hecho neutro. Sin instituciones sólidas, él oficiaba como el único garante de la gobernabilidad. El país debería estar maduro para enterrar a “papá” y crecer.
Debemos dejar de ser el país de “hijos” para pasar a ser la República de ciudadanos y ciudadanas después de 200 años de aprontes y experiencias fallidas.
¿Estaremos listos?

Diego R. Guelar
Secretario de Relaciones Internacionales de PRO

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