jueves, 17 de marzo de 2011

Construyamos el Partido 39 (17/3/11)

El “Plan siniestro del Cristinismo” y la forma de destruirlo.

En el Construyamos el Partido 38 tocamos el tema del Cristinismo como neo-gorilismo.
Esta profunda deformación ideológica y sociológica tiene su “master plan” operativo.
Trataremos de distorsionar el orden y la redacción de tal forma de proteger las fuentes que permiten armar este curioso rompecabezas disperso en “memos” confidenciales,  informes de inteligencia, declaraciones, etc.
El primer ingrediente de este maléfico plan consiste en homogeneizar la lectura de las encuestas maximizando las perspectivas ganadoras de Cristina.
Un abultado presupuesto y un original procedimiento de “clearing metodológico” facilita la construcción de “parámetros convergentes” que conducen a “curiosas coincidencias” en las mediciones que aparecen “independientes” e “inobjetables” así como elaboradas por equipos sin comunicación horizontal alguna.
La conclusión “consensuada” es que Cristina verifica una “intensión de voto” (a la fecha) de aproximadamente el 45% con un “techo” que llegaría al 55% es decir, tiene “posibilidades” de alcanzar esta última cifra, si consigue éxitos en su gestión como frenar la inflación, aumentar el empleo, generar nuevas inversiones, mejorar el acceso al crédito, etc., etc., etc. Esto hay que traducirlo a: “si mi abuela tuviera rueditas, sería una bicicleta”.
La conclusión de este operativo mediático es consolidar que Cristina es ganadora neta en primera vuelta desde “el piso” de este análisis.
El objetivo es paralizar y/o condicionar a la oposición para lograr “colaboración” de algunos de sus integrantes para garantizar el funcionamiento “discrecional” del Congreso y operar dentro de cada fuerza para boicotear las propuestas frentistas y lograr así la dispersión necesaria para alcanzar el verdadero objetivo: en primera vuelta el 40% para el “Frente para la Victoria” seguido de un segundo que no supere el 29%.
Esta “acción psicológica” no es una medida aislada. El segundo punto es facilitar el triunfo de quien entienden – equivocadamente – que es el candidato más débil de la Alianza de centro-izquierda.
No tienen ni tendrán la complicidad del “elegido”,  un dirigente honesto que está dando su batalla para lograr su candidatura basado en sus convicciones y seguido por una militancia “de tiza y carbón” que aspira a reconstruir una Argentina republicana.
Sueñan estos “estrategas del delirio” con lograr utilizar el mecanismo de las “internas abiertas” para alterar la voluntad partidaria. Ridículo intento. Lo único que lograrán será administrar recursos que irán a parar al bolsillo de algunos “vivos” que, supuestamente, “llevarán a la gente a votar”. Parece increíble que alguien pueda creer a esta altura de los acontecimientos que la gente operará como “ganado mercenario”. Sólo el pensamiento ultra-gorila puede despreciar tanto a nuestros conciudadanos. Aquellos que se vean forzados a llegar al cuarto oscuro por este procedimiento, votarán al candidato opuesto al “indicado”.
No hay que preocuparse, este absurdo plan de fraude no modificará el resultado de las elecciones internas que serán, seguramente, ejemplares y que consagrarán – sea quien sea – un fuerte y competitivo candidato para la primera y la 2da vuelta.
La tercera acción planificada consiste en” inducir” la “salida de la cancha” del candidato que mejor registra en el espectro de centro y centro derecha.
Dado que este candidato es el único representativo de estos sectores (registra una intención de voto superior al 20% a siete meses de la elección) y tiene ganada fácilmente las elecciones de su importante distrito, lo “mejor” es que repita sin llevar candidato presidencial en su boleta. El electorado de este sector sólo en un 10% es ideológicamente de derecha, mientras un 90% son pragmáticos democráticos de centro que aspiran a vivir mejor y que el país crezca razonablemente.
Ergo, un porcentaje significativo, de no tener candidato propio, podría votar “la continuidad” frente a la posibilidad que gobierne un candidato de un partido que registre antecedentes de caos económico.
Apuntalan esta “tentadora propuesta” poniendo en la cancha de la Capital Federal cuatro candidatos  sin chance individual y que, además, garantizan –juntos o separados- un fácil resultado para “el favorito del distrito”.
           Como el candidato de marras es joven, puede esperar una ocasión más promisoria teniendo en cuenta las cifras de encuestas que le alcanzan sus propias fuentes.
Van a intentar, dado lo estratégico de este apartamiento, ofrecerle una “acuerdo de gobernabilidad” para su segundo mandato de tal forma que pueda sustentar con resultados sus pretensiones para el 2015.
Por si esto fuera poco, un argumento de peso es que tendrá suficiente tiempo para organizar su joven partido en todo el país sin necesidad de asociarse con “personajes del pasado” a quienes califican como “salvavidas de plomo” (quien verifica otro 10% de intención de voto). Injusta calificación teniendo en cuenta que, gracias a él, los K llegaron al poder.
La sumatoria frentista que quiere ser destruida, es otra alternativa fuerte, especialmente para el electorado independiente.
Creen tener la complicidad de asesores de mucho peso por líneas internas y dentro del riñón duro de su mesa chica. Nuevamente se equivocan. La independencia de criterio ha caracterizado a este dirigente quien viene enfrentando un frente de hostilidad máximo durante los últimos 7 años (incluyendo un ridículo proceso judicial). Tampoco cuentan, como creen, con esa incondicional colaboración interna que falsos influyentes e intermediarios afirman haber garantizado.
Es increíble la ingenuidad de este objetivo. Hasta aquellos que sostienen las mayores dudas, son sinceros convencidos en la necesidad de derrotar al Kirchnerismo. Lo mismo ocurre con quien ya derrotara a los K en el 2009 y en la Prov. De Buenos Aires pese al artilugio de las “Candidaturas Testimoniales” del expresidente Kirchner, el Gobernador Scioli, el Jefe de Gabinete Mazza y 44 intendentes suburbanos.
“Es más fácil que pase un camello por el ojo de la cerradura, que un K entre al reino de los cielos”. Deberían ir más frecuentemente a misa o escuchar la voz de Dios en su interior y parar de pergeñar tantas maldades.
Respecto de los candidatos testimoniales, es poco lo que piensan hacer. A una la está vaciando la alianza de centro-izquierda y al otro la “izquierda” del propio oficialismo. Contribuyen suficiente con la dispersión que provocan en la primera vuelta. No hay recursos económicos ni mediáticos asignados a ellos.
A esta batería de tres medidas principales hay que agregarle las remanidas de la intimidación pública, la generación de pánico y desorden si no son reelectos y una frutilla sobre la torta: la “genial” idea de H.T. de volver a utilizar el “Braden o Perón” de 1946 lanzando una “guerra santa” nacional y popular contra el imperialismo, el FMI y las multinacionales. Así la inflación, la estafa de las cifras estadísticas, los piquetes, el “apoyo a los amigos”, la falta de democracia sindical, las milanesas y el deporte son “instrumentos de la soberanía nacional para la redistribución del ingreso y la defensa de los derechos humanos”. Hermosa consigna, si fuera consensuada por todos para construir un futuro mejor y no, reitero,  como pensamiento infantil y ultra-gorila.
La patria justa, libre y soberana será una realidad pese a los desvaríos de algunos alucinados. Y será de y para los argentinos que creemos, más allá de las banderías partidarias, en la soberanía, la justicia y la libertad como los pilares sobre los que se asienta “la grandeza de la Nación y la felicidad de su pueblo”,

Diego R. Guelar

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